
Algunos testimonios
Un espacio donde las personas pueden compartir sus sentimientos, sus emociones, sus experiencias a través de sus testimonios para dar apoyo a futuras o nuevas personas ostomizadas.
Tengo una ostomia como resultado de sufrir colitis ulcerosa. Al momento de la cirugía ya estaba casada. Teníamos una niña pequeña llamada Cathy.
Pasaron cuatro años. La vida familiar y profesional retomaron su curso. Algunas actividades deportivas que solía hacer antes de la ostomía como montar a caballo y esquiar, fueron volviendo a mi vida poco a poco.
Nos decidimos a darle un hermano o hermana a nuestra Cathy. Tengo la suerte de tener una morfología de cuerpo medio.
Durante el embarazo subí de peso, pero sin exceso. El estoma no se deformaba ni se estiraba. Me puse el cinturón de embarazo solo durante los últimos 2 meses ya que el abdomen se había vuelto demasiado pesado y estiraba la estoma.
Compré mi cinturón en un almacén de cadena. No hice, ni pedí, ninguna adaptación especial (como una abertura para ayudar a que la bolsa pasase) para obtener al máximo la función de mantenimiento.
Siempre he tenido bolsas drenables: las primeras fueron “hechas a mano” y luego comencé a comprarlas a un laboratorio. Como resultado del vaciado de forma habitual y regular de la bolsa: nada de peso ni de volumen en la bolsa.
Trabajaba en un banco directamente con la clientela y en eventos. Nunca hablé de mi ostomía en mi medio profesional. Tuve el permiso de maternidad normal dentro de lo legal y las vacaciones proporcionadas por nuestro Convenio Colectivo.
Di a luz en el Hospital Bichat ya que había estado recibiendo atención allí debido a mis problemas digestivos. A diferencia del equipo médico, yo no estaba preocupada por el día del nacimiento. No experimenté nada anormal durante 9 meses, entonces ¿por qué debería preocuparme?
¡¡Eso es!! Ha llegado el momento. ¡Dirección Bichat! ¡Son las 5 de la mañana y es domingo!
Todo está tranquilo en la unidad de obstetricia o casi. Mi esposo me confía en las manos de 2 enfermeras que toman el control de inmediato. Era una "primera vez" para los tres.
Ningún dolor en particular en la zona del estoma. Después de 2 horas y 30 minutos, Florencia llegó pesando 3.5 kg.
El único rastro, el estoma: había duplicado su tamaño (debido a los efectos de las contracciones), pero al día siguiente todo había vuelto a la normalidad.
El feliz padre vino a darnos un fuerte abrazo antes de regresar todos a casa.
El medio que nos rodea puede desempeñar un papel crucial para nuestra moral: aceptarnos después de una mutilación nunca es fácil. La “mirada” de nuestro compañero es primordial para la aceptación de nosotros mismos. Esto es esencial porque es a través de este "espejo", al que pedimos un juicio, que nuestra serenidad y nuestra seguridad puedan afirmarse.
Operación en 1966.
N.
Llevo ostomizada desde los 15 años. De hecho, nací sin el esfínter urinario. Me casé cuando tenía 20 años y he tenido tres hermosos hijos por cesárea. Tengo 65 años y disfruto de una jubilación bien merecida.
Practico deportes como pilates, yoga, ciclismo y baile. En resumen, llevo una vida normal con mi ostomía, a pesar de algunas pequeñas molestias de vez en cuando, pero olvidadas rápidamente.
Han pasado 50 años desde que me operaron y, en comparación con las primeras bolsas, puedo confirmar para mi satisfacción que los laboratorios han hecho un gran progreso. Por lo tanto, los nuevos dispositivos me permiten especialmente ir a la piscina, hacer aerobic acuático (aquagym) e ir al SPA.
A pesar del caos mientras que estuve en la escuela (numerosas ausencias, visitas al médico, etc.) logré hacer realidad mi sueño de ayudar a los demás al convertirme en asistente de atención médica.
Creo que la asociación - y estoy bastante seguro de ello - es un excelente trampolín para enfrentarse a la vida y no hay que dudar a contactarnos.
Espero que estas pocas líneas puedan dar confianza a futuros ostomizados.
M.F.
Han pasado 11 años desde que tuve la ostomía como resultado de un cáncer rectal. Después de 3 años de enfermedad, fui convocado por el asesor médico de la Seguridad Social quien constató que tendria una ostomía definitiva y me declaró no apto para trabajar. Me encontré en la categoría 2 de invalidez y siguiendo el art. 1314-4 del Código de Seguridad Social, la categoría 2 está dirigida a personas con discapacidades que no les permiten ejercer ninguna profesión. Yo era un ingeniero de servicios informáticos. Para el médico ya no podía ejercer mi trabajo, así que presenté una solicitud al MDPH 31(Hogar departamental para personas discapacitadas) para poder tener la calificación de trabajador discapacitado.
Desde ese momento he ocupado diversos cargos, como cobrador de peajes en una empresa de autopistas y en logística de pedidos de un almacén. Pasé la autorización para conducir carretillas elevadoras, lo que me permitió trabajar con diferentes empresas. Hoy estoy a cargo de la gestión del transporte de un subcontratista aeronáutico y no tengo ningún problema con mi ostomía. De hecho, algunos de mis compañeros ni lo saben. Tuve un viaje de negocios al extranjero y no sentí ninguna molestia mientras estaba en el avión. Mis superiores saben que tengo exámenes médicos cada dieciocho meses. También regularmente tengo un chequeo con el profesional de la salud ocupacional.
Tenía 44 años cuando esto sucedió y tuve la impresión de ser un inútil y al mismo tiempo la situación financiera se volvía cada vez más difícil. Y sí, hay que pensar en la jubilación, los puntos por discapacidad no tienen el mismo valor que los de un trabajador activo. Se puede combinar la pensión con el sueldo, siempre que se respeten ciertas reglas establecidas por la Seguridad Social. Mi determinación y mi versatilidad me han permitido adaptarme a cualquier tipo de situación sin olvidar mi ostomía. Hoy tengo 55 años y paso a paso me voy acercando a mi jubilación.
En cuanto a lo personal tengo una vida normal sin restricciones en cuanto a la comida o el ocio. Salgo a caminar, voy a nadar, a esquiar y a montar en bicicleta. También llevo una vida de pareja y mi ostomía no interfiere para nada. Los primeros años fueron difíciles, ya que tienes que aprender a aceptarte física y psicológicamente también. Es un proceso de aprendizaje, de aceptación sobretodo, con el miedo a los olores y las fugas que nos hacen pasar malos ratos. Pero deben saber que, es posible.
P.
